"Avanzar y aprender continuamente es mi objetivo principal como profesional y algo de lo que me siento muy orgulloso. También creo que el trabajo de un subastador es más que simplemente vender mercadería. Muchas veces vendemos mercadería de un patrimonio que representa la vida de alguien. Entiendo el dolor que siente una familia al ver cómo se vende la vida de un ser querido. Creo que mi fuerte fe cristiana me ayudará a guiar a la familia en estos momentos de incomodidad. Nos esforzamos por hacer que todos se sientan bienvenidos y tengan una experiencia agradable en nuestras subastas".